35 jóvenes latinoamericanos son reconocidos por su compromiso con el campo e inspirar a su generación de agricultores.

Por quinta vez consecutiva, en Yara, líder mundial en la producción y comercialización de fertilizantes para la agricultura sostenible presentamos nuestro Ranking 35 menores de 35 años, en donde distinguimos a jóvenes latinoamericanos que están generando impacto postivo el campo con prácticas amigables e innovadoras que cuidan el medio ambiente mientras innovan en la agricultura. A través de este ranking, reconocemos la labor de los jóvenes en campo y fomentamos la inclusión generacional.

Además, estas iniciativas permiten a Yara continuar siendo un aliado para todos los miembros de la cadena de valor en el sector, garantizar la seguridad alimentaria y preservar el medio ambiente, ya que, a través del uso de las actividades agrícolas sostenibles, es posible mantener la salud de los suelos y, con ello, formar barreras para el cambio climático.

“Históricamente los agricultores han sabido producir alimentos de manera exitosa por siglos para alimentar a la humanidad. Hoy en día los retos van cambiando, surgen nuevas tecnologías y la agricultura continúa evolucionando y junto con ello, las nuevas generaciones tienen mucho por aportar en esa inclusión generacional. Hoy en día los productores deben de conocer de ciencias agronómicas, deben de conocer de administración, de ingeniería, metereología, leyes, deben de conocer de gerenciamiento, y de muchas otras cosas más. Adicionalmente muchos jóvenes están buscando también migrar hacia ciudades donde piensan que hay mejores oportunidades, tratando de perseguir un sueño, cuando muchas veces el sueño está ahí justo enfrente. Queremos que esto sea un motivo para ellos de reconocimiento; muchas veces se requiere un empujoncito que les recuerde que van por buen camino, que sepan que su trabajo es valorado y que logre fusionar lo mejor de dos mundos,, la experiencia de aquellos que han sabido producir alimentos por décadas en la historia de la humanidad, con la energía, ánimos , gusto por la tecnología y empuje  de las nuevas generaciones para que inspiren a otros a quedarse en el campo y que en él hay prosperidad.”

comenta Rodrigo Prom, Director de Marketing y Comunicaciones para Yara LATAM.

La edición de este año del ranking fue una convocatoria abierta para jóvenes productores entre 18 y 35 años que vivan en algún país de Latinoamérica entre México y Argentina (excluyendo Brasil) y aplican prácticas agrícolas innovadoras y sostenibles que hayan aumentado la productividad. Por último, los candidatos debían demostrar dedicación y compromiso con la transformación del campo.

Agradecemos a todos aquellos jóvenes que se postularon y los invitamos a seguir promoviendo el orgullo y amor por el campo latinoamericano. Así mismo, agradecemos a los jurados que en esta 5ª versión aceptaron unirse, ellos son; 

• Daniela Medina, oficial comercial corporativo desarrollo de productos del Banco Pichincha de Ecuador.
• Patricio Espinoza, Cocoa Sustainable Sourcing Lead de Cargill Ecuador.
• Noelia Villalobos, Directora Ejecutiva de SCA – Asociación de Cafés Finos de Costa Rica.
• Esteban Salazar, Director de Sostenibilidad de SKN Caribecafé de Colombia.
• Viridiana Díaz, Coordinadora de la Sección de RSE de El Economista, México.
• Mariana Hernández, Gerente de ANACOFER, México.
• Olmo Axayacatl, Host del Podcast de Agricultura, de México con amplia escucha en todo Latinoamérica.

Los 35 productores menores de 35 seleccionados en esta edición del ranking son:

(El orden no refleja ninguna posición en particular) 

Adalberto Valdez Vuelvas tiene 31 años, viene de la vereda El Triunfo de Pueblo Viejo, Magdalena, y siembra maracuyá. Desde muy pequeño sus padres le inculcaron el amor por el campo, y a medida que creció se enamoró de este cultivo. Ahora produce esta fruta pensando en la sostenibilidad ambiental, el cuidado del suelo y el agua. Implementó un sistema de riego por goteo, y el control de malezas lo hace mecánicamente para preservar microorganismos.

Armando Bejarano Díaz tiene 24 años, vive en Guamal, Meta, y cultiva lechuga crespa hidropónica, lo que le permite producir usando el 2 % de agua de un cultivo tradicional, sin suelo ni pesticidas. Junto con sus padres ha logrado sembrar en temperaturas de hasta 38 grados. Quiere incentivar a más jóvenes de su región para que no abandonen el campo, que se puede trabajar con dignidad y rentabilidad.

Bernal Masis, es tercera generación de cultivadores de papa. Busca implementar técnicas eficientes en los cultivos aportando materia orgánica al suelo. Su pasión es mejorar la producción para que más personas tengan productos frescos en su casa.

Brandon Rodríguez Galindez y Jesús Galíndez son caficultores de San Agustín, Huila, en una finca heredada de su padre, quien les inculcó el amor y dedicación por el campo. Tras su muerte tomaron las riendas del proyecto han implementado prácticas agrícolas como cuidado del suelo, de las fuentes hídricas, y se han articulado con agroturismo y avistamiento de aves. Buscan inspirar a más jóvenes para contrarrestar el envejecimiento rural.

Camila Jorrat es una argentina de 27 años que, con su pareja, se volvió caficultora. Trabajan con familias locales y su finca es un laboratorio vivo de agricultura regenerativa. Allí implementan técnicas como el compostaje, la conservación del agua y la promoción de la biodiversidad.

César Leonel Meneses de León es productor de aguacate. Su abuelo lo impulsó a emprender. Dentro de las prácticas que ha implementado están el cuidado y almacenamiento del recurso hídrico, como la finca se encuentra en las faldas de una montaña no cuenta con pozos, por eso construyeron dos reservorios de agua para conservar y preservar este recurso.

Dairo Fernando Parra Rodríguez tiene 30 años, vive en Florián, Santander y cultiva mora desde hace 11 años. Desde niño soñó con ser agrónomo, con dificultades estudió para formarse, y dice que nunca pensó que la mora sería su fuente de ingresos. Su familia siempre se ha dedicado a la agricultura, implementaron postas vivas en el cultivo para reducir su impacto ambiental, cuidan el agua y busca ser ejemplo para sus hijos.

Edgar Elias Hernández, productor de piña. Ha estudiado y experimentado con nuevas técnicas para optimizar la producción, mejorar la calidad del fruto y hacer cultivos más sostenibles desde la selección de semillas hasta la cosecha. Implementó sistemas de riego más eficientes, métodos de fertilización orgánica y prácticas de manejo integrado de plagas para protección más natural.

Eduardo Ocampo Salgado tiene 33 años, es de Manizales, Caldas, viene de una familia cafetera, es caficultor desde los 14 años y tras la muerte de su padre se encargó de gestiones productivas y comerciales con su madre. Hoy su cultivo es certificado ante UTZ, trabaja con ONG de desarrollo rural, exportan café verde, tuestan y distribuyen con gran sentido social, ambiental y económico. Aplican agricultura regenerativa, nutrición estratégica, análisis del sueño, compost equino, sistemas agroforestales, zonas de conservación, ayuda a obras sociales en la vereda y pago por servicios ambientales.

Elyson Jaredq Gramajo Ixcolin es productor de plátano. El proyecto está ubicado en Finca Cuchumatanes, de la Comunidad Indígena Mam Cajolá. Parte de este proyecto es brindar trabajo a los pobladores de la comunidad en el cultivo de plátano así como apoyarles con asesoría agrícola para los pequeños agricultores.

Emily Ramón, tiene 20 años y es productora de tomate, sigue los pasos de su padre que inició el negocio. Lidera la migración a sistemas semi hidropónicos para mejorar la productividad y tener un mayor control ante plagas y enfermedades, lo que les permitió que su cosecha entera a la cadena de supermercados más importantes del país.

Etelvina Santacruz Chasoy tiene 30 años, es miembro del Resguardo Indígena Inga de Aponte, en Nariño, es una mujer rural cafetera con raíces indígenas del pueblo Inga. Ha atravesado desafíos como la presencia de cultivos de uso ilícito en su territorio, pero que gracias a la comunidad se logró sustituir voluntariamente la amapola por café. Además, se dedican a la protección de las montañas implementado las cercas vivas, cuidado de las rondas hídricas y la restauración natural.

Gustavo Caicedo Hurtado, de 33 años, vive en Miraflores/Buga, Valle del cauca. Es productor de segunda generación de plátano y guayabo. Desde niño soñaba con ser independiente y hoy es parte de los jóvenes que ven el campo cómo una oportunidad de contribuir con la alimentación de la sociedad, gracias a la dedicación y compromiso de sus padres y abuelos en los cultivos hoy fomentan la siembra para la seguridad alimentaria de las familias.

Herminio Villatoro, productor de hortalizas como chile pimiento. Creció con sus papás cultivando maíz y frijol. Tecnificaron el cultivo utilizando manguera de goteo para ahorrar agua y no gastar de más, también tienen un sistema de paneles solares para sus bombas eléctricas.

Jordi Rivera, tiene 25 años y es tercera generación de caficultores. Han logrado revertir el deterioro de los suelos donde cultivan. Su aporte al cuidado de la naturaleza incluye sembrar árboles para ‘sembrar’ agua.

Jorge Alexander Asencio González, productor de aguacate, implementó un plan de nutrición con el que aumentó su producción un 40 %. También ha liderado otros programas dentro de la finca, apoyando a su equipo de trabajo, dando apoyo con los estudios de los niños, y dándoles la oportunidad de producir sus granos allí, lo que les ha permitido mejorar sus ingresos. También se ha implementado un acopio de desechos plásticos como botes de foliares, insecticidas y fungicidas.

José Juan Salado, segunda generación de cultivadores de caña de azúcar. En el 2018, con un Drone agrícola, empezaron a implementar agricultura de precisión. Están en la etapa del monitoreo y análisis de datos para aplicaciones de tasa variable, instalarán una báscula para tener un mapa de rendimiento del cultivo por predio y una mejor distribución de los productos de nutrición, control de plagas y malezas. Buscan mayor rendimiento y sustento a su familia y la de los colaboradores.

Juan Escobar tiene 35 años y es caficultor. Le apuesta a la preservación de los suelos, al buen manejo de sombra, cortinas y utilizar la menor cantidad de herbicida posible para conservar la tierra y tener un café estable y de buena taza. Son ejemplo de recuperación de una finca en mal estado a una con buenas prácticas, rentable y sostenible.

Juan Felipe García Durán tiene 28 años, es de Neiva, Huila, y es cuarta generación de productores de arroz. La agricultura no estaba en sus planes, pero tras la muerte de su padre decidió seguir su legado y emprender su camino para seguir aportando a la seguridad alimentaria. Le apuesta a producir arroz de manera más eficiente, cuidado las fuentes hídricas, usando soluciones con baja huella de carbono y mayor eficiencia. Ha logrado una sinergia entre producir arroz de calidad y aportar a la sociedad.

Leydi Salinas Miranda y Carina Sarria tienen 28 y 21 años, vienen de Cajibio, Cauca, y son productoras de caña de azúcar. Desde niñas sus padres se han dedicado al cultivo y les han inculcado la importancia del trabajo en el campo para mejorar su calidad de vida y de sus familias. Buscan proteger el medio ambiente, la disminución de gases efecto invernadero y la conservación del suelo.

Lucio Ramos, productor de maíz. Ayuda a su familia a llegar a mejores rendimientos al implementar agricultura sostenible; por ejemplo: en la rotación de cultivos y en más eficiencia en el uso del agua en riego y en otras aplicaciones. Le apunta a la producción de alimentos saludables y nutritivos para las familias en México y el mundo.

Marcos Díaz, primera generación de caficultores. Implementó el programa de Rentabilidad Sustentable, cultivando café de especialidad cuidando el medio ambiente. En la cosecha 23-24 obtuvieron el tercer lugar en la competencia de café región Atitlán, una motivación a seguir aplicando productos y técnicas amigables con el medio ambiente.

María Eugenia Ocampo, tiene 28 años, vive en Sonsón, Antioquia y tiene de una familia que siempre ha pertenecido al sector agropecuario. Antes vivía en la cuidad, pero decidió regresar al campo donde ahora cultiva aguacate. Viene de una región muy golpeada por la violencia, pero gracias a soluciones innovadoras, sostenibles y eficientes han logrado mejorar la producción y mejorar las condiciones de vida del sector agropecuario y de los campesinos.

Ramiro Vargas, tercera generación de productores de cebada. Ha podido mejorar la calidad y productividad de cebada maltera con nuevas tecnologías, agricultura de precisión y capacitaciones para mejorar los cultivos. Implementa prácticas sostenibles y tecnológicas para el cultivo, como ahorro de agua en la fumigación con drone, separando y llevando a recicladoras los envases de los pesticidas.

Rober Morán Vallejo vive en Córdoba, Nariño, es productor de papa criolla, desde muy pequeño es un apasionado por la agricultura, con un amor adicional por el ambiente. Aplica un manejo sostenible, con reforestación con flora silvestre que contribuye a la conservación del suelo, reducir la contaminación, conservar la biodiversidad, producción continua, resiliencia climática, mejora la calidad de vida y empodera a las comunidades rurales, ayuda al secuestro de carbono y a la reducción de emisiones.

Ronel Barrios, cultiva Col de Bruselas. Ha trabajado como técnico agrícola capacitando a más de 250 agricultores desde la siembra hasta la cosecha, manejo seguro de plaguicidas, buenas prácticas agrícolas, campos limpios, condiciones de compra, ha construido 5 centros de acopio de envases de plaguicidas. Visita agricultores entregándoles los fertilizantes he insumos para buenos rendimientos.

Salvador Velásquez, productor de limón, lima, aguacate, agave y pitahaya. Ha investigado y realiza tareas de control de plagas, deficiencias, nutrición, podas, fertilización y desmalezado. Cuentan con un sistema de riego y fertirriego, almacenan agua de lluvia en hoyas de captación, utilizan paneles solares y gravedad para minimizar la contaminación y tiene una cuenta en Instagram para compartir experiencias y consejos de los cultivos.

Marycruz Ramírez, tiene 35 años, es enfermera y productora de café. Trabaja para con su familia para mantener el legado de sus abuelas. En las fincas aplican prácticas sostenibles respetando y preservando el medio ambiente, la flora y fauna.

Norberto de Jesús Macías, vive en la vereda Los Guayabos, en San Jerónimo, Antioquia, es prodcutor de caña de azúcar y panela orgánica. Continua su tradición familiar en la finca 'La Exquisita n.m'. Allí están comprometidos en la conservación. Han dedicado cinco hectáreas a la conservación de los ecosistemas, cuerpos de agua y el hábitat de la fauna silvestre. En el campo ha encontrado la oportunidad para innovar y demostrar que es posible producir alimentos saludables y cuidar de la naturaleza.

Otto Alejandro Acajabón Rivera, cultiva hortalizas como repollo y apio. Encargado del programa de siembras, fumigaciones y fertilizaciones. Ha aportado ideas e innovación en tecnificación de equipos de riego, fumigación, implementación de buenas prácticas agrícolas y agricultura sostenible, así como aplicaciones en control de siembras y trabajos sectorizados.

Santiago Sanabria tiene 26 años, vive en Coromoro, Santander, es productor de café de tercera generación. Su madre le enseñó e inculcó la importancia de trabajar el campo. Su café está nominado como uno de los mejores cafés de la región en el programa Yara Champions. Le apuestan a la inocuidad para el consumidor e implementando el uso y buenas prácticas de fertilizantes y productos que generen menor impacto ambiental. Ha superado diversos obstáculos con disciplina y esfuerzo.

Victoria y Daniel Flores García, productores de papa. Actualmente están utilizando productos nutricionales innovadores con los que han visto una diferencia significativa en el rendimiento de su plantación. Impulsan la innovación e investigación por jóvenes apasionados por la agricultura para que más jóvenes se dediquen al campo.

Werner Vinicio Sipaque Tista, tercera generación de productores de piña. Este cultivo es uno de los pilares de su aldea porque la zona es 100 % de cultivo de piña. De forma familiar apoyan la economía empleando mano de obra local con salarios dignos de mujeres trabajadoras proveyéndoles equipamiento adecuado para el recorte y protección de sus manos; también cuentan con un sistema de reciclaje de Campo Limpio con el que premian el lavado y reciclaje de contenedores.

Yesica Luna, cultivadora de maíz. Busca aportar conocimientos para ayudar a otros a crecer y obtener mejores rendimientos de los cultivos mediante el uso de fertilizantes con bajo impacto al medio ambiente. Con su experiencia, quiere ser fuente de inspiración a las nuevas generaciones para que conozcan las nuevas tecnologías, avances en la agricultura y así decidan dedicarse al agro, para ella, sin agricultores no hay comida.

Yorvin Villamizar vive en Cáchira, Santander, y es productor de aguacate. Desde su niñez le ha interesado la agricultura. Ahora como productor se enfoca en pilares para el éxito. En lo ambiental, reconocer que no hay futuro sin la ayuda de árboles nativos en los cultivos o reservas forestales cerca, que el suelo es el activo más valioso y se deben mantener las coberturas y aumentar las bacterias nitrificantes, aplicar fertilizantes de calidad y bajo impacto, buscar la eficiencia del uso del agua, e invitar a que más jóvenes se enamoren del campo.

“En Yara, tenemos la ambición de Cultivar un Futuro Alimentario Positivo para la Naturaleza. A través de estas iniciativas, buscamos fortalecer al campo latinoamericano, apoyar a los jóvenes y promover el uso de la tecnología en la agricultura. Nuestra meta es que cada vez más las nuevas generaciones se involucren en esta labor tan vital para la seguridad alimentaria en los países que componen nuestra región y el mundo”, aseguró Carolina Gómez, Communications Manager de Yara LATAM.