Manipulación estacional del cultivo

La manipulación física es esencial para mantener la carga apropiada de uva, su localización, condiciones de desarrollo y para que sea un cultivo de calidad que se coseche en el momento apropiado. La poda de invierno prepara la producción del año siguiente con un nuevo desarrollo completo. Durante los 3-4 primeros años le da la forma apropiada a la parra.

En los años siguientes, toda la masa de la temporada anterior de producción se poda, dejando un número determinado de yemas, que varía en función de prácticas locales, la variedad, y el vigor de la vid.

Quitar las hojas y brotes laterales, hacer un aclareo o remoción del racimo a mitad de la campaña antes del envero, puede ayudar directamente a la maduración e incrementar el tamaño de las uvas. Quitar racimos de poco desarrollo o los muy expuestos, puede mejorar la calidad general de las uvas.

Anillar cuando los granos tienen 4-5 mm de diámetro, en variedades como Thompson Seedless, incrementa el tamaño del grano y reduce el desarrollo del color de la uva. Por otro lado, anillar en envero acelera la maduración. Sin embargo, la práctica del anillado está perdiendo influencia porque deja marcas en la corteza, reduce el vigor, y en casos severos, puede matar la vid.